Hormiga de fuego
(WASMANNIA AUROPUNCTATA)
(WASMANNIA AUROPUNCTATA)
BIOLOGÍA: Es muy sensible a las temperaturas frías. Se vuelven muy activas en la primavera cuando las temperaturas empiezan a ser templadas, incluyendo de noche, y desaparecen con los primeros fríos del otoño. Esta hormiga, por lo general es de movimientos muy lentos. La hormiga de fuego no parece formar nidos definitivos bajo el suelo, sino que aparecen en montones debajo de objetos y en grietas o hendijas. Las colonias aparentemente tienen más de una reina. Las nuevas colonias se forman por brotes en los que las obreras y las hembras inseminadas dejan la colonia principal y se desprenden de ella, pero siguen siendo parte de la súper colonia. La hormiga de fuego pequeña tiende a eliminar las especies competitivas de hormigas de su territorio. Reclutan obreras amigas para crear nuevas rutas de alimentación por senderos de olor y defienden agresivamente estas fuentes de alimento.
RECONOCIMIENTO: Se las denomina hormiga de fuego porque cuando pican inyectan un veneno que causa una irritación importante, provocando reacciones graves. Son muy activas y agresivas, cuando atacan pueden matar a animales jóvenes, en los humanos, suelen causar dolor y nauseas. Su cuerpo es de color rojizo y su cabeza amarillenta, pueden medir de 5 mm a 6,25 mm, es común encontrar los hormigueros sobre tierra suelta, ocupando un área de 56 a 112 cm cuadrados.
HÁBITOS: En el interior, estas hormigas infestan ropa, camas o alimentos. Se sienten muy atraídas hacia las prendas de ropa sucia y suelen hacer agujeros en ellas. Se suben a las camas y si el ocupante gira sobre ellas, le pican. En este ambiente, se alimentan de grasas y proteínas como tocino, grasa de la carne, mantequilla de maní, aceite de oliva y de semilla de algodón, leche y el aceite de los aguacates maduros. También se alimentan de dulces como el jugo de las naranjas maduras.
En el exterior, las obreras se alimentan de néctar que obtienen cuando cultivan sus grupos de áfidos (piojos de las plantas), pulgón lanígero, escamas y mosquita blanca. También se alimentan de insectos, otros artrópodos y animales pequeños.
CONTROL: El control de la hormiga de fuego se logra mejor cuando se localizan y eliminan sus nidos. El control se inicia con una inspección muy detallada. En el exterior, hay que buscar los caminos de las obreras a lo largo de las banquinas y paredes de fundación, y de ahí hacia arriba por los lados de la estructura. Se debe remover el césped y/o el acolchado vegetal de los muros, patios y las orillas. Examinar las ramas de árboles y arbustos que hacen contacto con las paredes de la estructura en busca de caminos de hormigas. Levantar y girar los objetos que haya en el suelo como piezas de madera, piedras, leña y desperdicios en busca de hormigas.
En el interior, estas hormigas acostumbran hacer sus caminos en los zócalos, y bajo la orilla de las alfombras. Si las hormigas están entrando o saliendo de debajo de algún muro exterior, hay que inspeccionar afuera a lo largo de las paredes de fundación en busca de caminos de hormigas.
Los nidos deben ser tratados aplicándoles directamente piretroides. En el exterior, los nidos ubicados bajo los objetos que hay en el terreno se pueden inundar con un aspersor manual de aire comprimido.
Si no se pueden localizar las colonias, los cebos insecticidas trabajan bien. Tratar con ambos tipos, a partir de proteínas y a partir de azúcares.
Raras veces se requiere un tratamiento perimetral. Por lo general son muy pocas las colonias que están alrededor de la estructura y éstas pueden ser eliminadas con aplicación localizada de plaguicida.